5/11/11

Grouchomarx / TUI Marathon Palma de Mallorca 16.10.2011

Allá por el mes de Abril se me ocurrió entrar un día en un hilo del foro por el que no había pasado jamás, hasta ese momento mi relación con el atleta se reducía a mí diaria intervención en el hilo de los rascadores donde había iniciado mi andadura correril pocos meses antes intentando encontrar y aprender sistemas de optimización de las horas que pasaba corriendo (ni siquiera le podemos llamar entrenar) para no tirar tiempo y energías a la basura.
El motivo no era otro que contactar con foreros que coincidieran conmigo en mi viaje a Gijón para intentar de una vez por todas bajar de la 1h30’ en la media maratón tras un estreno feliz en la media de Calviá allá por Diciembre y dos intentos fallidos en Mallorca por los meses de Febrero y Marzo…
Pero he aquí que dos energúmenos llamados Raymanedu y Vredaman respectivamente no tardaron ni diez minutos en hacerme saber que en aquel hilo del foro no podía escribir prácticamente nadie (perdón señor Torroles), que no hubiese corrido o estuviese en disposición de correr una maratón, con lo cual y tras el exitoso viaje a Gijón, con MMP y cena y juerga incluidas me encontré inmerso en un compromiso mas o menos firme de inscribirme en mi primera maratón, aquí tengo que decir que metro y Btr (mi futuro mister) tuvieron bastante que ver con sus historietas y anécdotas de viajes por el mundo que realmente me hicieron la boca agua.
De vuelta a Palma y echando mano de un abuso de confianza extremo escribí un mail a Btr y ahí empezó nuestra maravillosa relación de Jedi/Padawan, que aún hoy perdura a pesar de los pesares (sobre todo suyos).
El mister me ordenó unas semanas de descanso tras mi última media de la temporada en Junio y a partir de la última semana de ese mismo mes empezamos un plan de 17 semanas y 1.100 kilometros que terminó este domingo en el Paseo Marítimo de Palma de Mallorca frente a la mismísima catedral.
Tampoco voy a ser teatrero ni os voy a engañar, estando en la salida no pensaba en nada especial, tan solo pensaba que exactamente 52 domingos (un año) antes había jugado mi último partido de futbol y que si en aquel momento me llegan a decir que iba a estar embarcado en la aventura que estaba a punto de empezar me hubiese echado a reír a carcajadas.
Pero vayamos al grano, el fin de semana empieza con la llegada de los escuderos y posterior comida de hermandad (pasta a saco como no). Ahí empiezan las primeras discrepancias sobre estrategias de carrera, ritmos, etc, como no Duquito, anárquico total reniega de cualquier intención que no sea única y exclusivamente la de disfrutar; yo como buen y educado anfitrión capeo el temporal, pero en una conversación telefónica mantenida con el mister un par de horas antes el tema ya había quedado bastante clarificado, Moncho asiente, “yo he venido para estar a tu lado”… eso me tranquiliza.
La cuestión es que la sobremesa se nos va de las manos y cuando llegamos a la feria del corredor, (18.05 horas ) nos dicen que no nos dan los dorsales, que cerraban a las 18.00 y que hasta la mañana siguiente entre las 7.00 y las 8.00 no vuelven a abrir el stand (la cuadriculatura alemana nos hace tener un pequeño trastorno y levantarnos un poco antes, pero al final no fue para tanto), Duquito intenta utilizar sus encantos sin obtener ningún tipo de resultado, ya que según uno de los voluntarios allí presentes, cuando un alemán dice que no es que no, y punto.
Tras este pequeño contratiempo, decidimos que con el tute que nos espera al día siguiente, lo mejor es que nos vayamos retirando todos a los barracones de descanso, y tras planificar detenidamente con los acompañantes y Duquito las zonas de fotos y su incorporación a la carrera en el kilómetro 12, nos vamos todos a preparar nuestras cositas y a hacer las reflexiones presueño pertinentes.
Cena y a la cama prontito, antes de las 22.30, como no he hecho siesta, duermo como un bebé y aunque pongo el despertador a las 06.45 para no hacer esperar a Moncho en el hotel, a las 06.30 ya estoy en pié, desayuno y a por mi primer escudero, bajamos dando un paseo hasta el Parc de la Marc, frente a la catedral y en prácticamente cinco minutos tenemos los dorsales, los chips y todo, nada de cola.
Son las ocho de la mañana y falta una hora para la carrera, como mi despacho cae a cien metros nos vamos para allá donde tomaremos un cafetito, iremos al baño tranquilamente, nos pondremos la vaselina, los dorsales en las camisetas (yo estreno una que me regala Duquito el día anterior con el nick del foro detrás y que me hace muchísima ilusión, dicen los que saben que no debe hacerse pero bueno, me pongo extra de vaselina y tiro palante) y a menos cuarto salimos rodando suave hacia la salida por el mismo Paseo Maritimo, la brisa fresquita es engañosa pues no se adivina el fuerte calor que vamos a pasar unas horas después.
Una vez allí nos colamos como buenos veteranos por la parte de delante y nos quedamos en tercera o cuarta fila estirando y bromeando con algún extranjero que hay por allí, me encuentro extrañamente tranquilo y un minuto antes de salir nos abrazamos y nos deseamos suerte, “he entrenado muy bien”, pienso, y voy acompañado de lujo, no puede salir mal.

La salida es limpia, nos situamos a la derecha y en doscientos metros anda todo despejado, la avenida del Paseo Marítimo es ancha y no hay percances, tras la primera media vuelta enfilamos camino del puerto, primer kilómetro en 4’12” (muy rápido pienso) pero las pulsaciones en 132ppm me tranquilizan, (ahí aparecen Duquito y señora entre el público lanzándonos las primeras fotos y animándonos) los siguientes kilómetros entre 4’13” y 4’16” deberían alertarme pero sigo por debajo del umbral que marcamos de acuerdo con el mister el día anterior y que estaba en 140ppm, esos primeros kilómetros de toma de contacto me hacen sentir bien, sin molestias de ningún tipo y sin absolutamente ningún tipo de nervios; me preocupa la llegada al final del Marítimo que coincide con el 5º kilómetro porque hay un poco de cuesta y aviso aMoncho, pero cual será mi sorpresa cuando veo que nos desvían antes y nos traen de vuelta a la catedral sin pasar por esa cuesta, ese será el primero de numerosos cambios que nos va a ofrecer la carrera que no van a coincidir con el recorrido colgado en la web por la organización.
La vuelta hacia Palma es muy parecida, 4km seguidos en 4’14” y uno en 4’17”, aquí las pulsaciones estables en 140ppm y un ligero viento en contra, Moncho me ha ido sacando suavemente de todos los avituallamientos y me ha dado una rápida lección sobre beber en vaso (mister eso se nos pasó-), esta vuelta es mas entretenida pues nos vamos cruzando con todos los corredores que vienen en dirección contraria y mi acompañante me tiene que llamar la atención en varias ocasiones, “tranquilo, no te aceleres”, la verdad es que voy muy cómodo a su lado y me siento protegido pero si que es cierto que me siento muy muy sobrado, “todo va según el plan previsto” pienso.
Pasamos el 10000 en 42’37”, a una media de 4’16”, lo cual es un poco rápido pero como llevo las pulsaciones controladas en todo momento y no he pasado de 140ppm no me preocupo, me siento bien y Moncho a mi lado también parece ir cómodo.
Entramos en Palma dejando la catedral a la derecha y nos cruzamos por primera vez con los que van delante, nos llevan aproximadamente un kilómetro de ventaja y tampoco hay demasiada gente, aunque aquí todavía están los de la media; al cabo de unos metros nos aparece Duquito y los acompañantes con las cámaras de fotos, nuevo subidón de adrenalina y pienso “que pronto es para que se nos junte ya no?”, simplemente se pone a nuestro lado unos metros, nos pregunta que ritmo llevamos y nos avisa de que en dos kilómetros se nos une, pasamos una cuesta pronunciada y ya le tenemos a nuestro lado, inmediatamente empieza a ofrecernos todo tipo de comidas, bebidas y demases y empieza a bromear, además pasamos al lado de la puerta del hotel y Moncho también bromea “me quedo aquí” dice haciendo ademán de emular a Landes. La cosa va viento en popa, me encuentro a gusto y realmente estoy disfrutando de verdad.
Empieza la parte mas incomoda pero más bonita de la carrera, continuos sube y bajas por dentro de la ciudad que hacen que los kilómetros vayan saliendo irregulares (desde algunos 4’10”/4’11” en las bajadas hacia el mar hasta algunos 4’22”/4’25” en las subidas hacia el centro), la verdad es que los ritmos no me preocupan demasiado, yo sigo centrado en que las pulsaciones no se me disparen, y quitando algunos momentos puntuales en algunas cuestas de 142/143 todo va volviendo a la normalidad en segundos, seguimos por debajo de 140ppm con cierta facilidad y aunque Duquito me abronca cada vez que miro el reloj necesito refrendar con datos fiables esa tranquilidad que llevo dentro. La gente no para de preguntarnos si somos gemelos y nos partimos de la risa cada vez que lo hacen...
De vez en cuando nos cruzamos con gente conocida, les saludo, me embalo, me riñen, me calmo, me tranquilizo, me vuelvo a embalar, me lo estoy pasando bomba, nos cruzamos con nuestros acompañantes en tres y hasta cuatro ocasiones, Ana nos pide ritmos y tiempos para postearlos en el foro, es el mejor momento de la carrera con diferencia, esos kilómetros se me pasan volando y antes de darme cuenta estamos en la bajada de las Avenidas hacia la salida de Palma, en los kilómetros 18 y 19 incluso vuelvo a ver el 137/138ppm en el pulsómetro y ya llegando a la salida de Palma nos van separando a los de la media y a los de la entera y enfilamos el Paseo Marítimo sin sospechar que va a empezar el calvario…
De repente salimos de Palma y se acaban los edificios, el fresquito, la gente y nos metemos en la carretera del Arenal con toda la solana y prácticamente sin protección, al cabo de unos metros pasamos por las esterillas de la media, 1h30’53”; no hago ni cuentas, he decidido seguir a estos dos y no obsesionarme con ritmos ni marcas, de vez en cuando voy echando un ojo al pulsómetro para verificar que todo va bien y tranquilizarme, la verdad es que me he cansado de escuchar a Duquito y esa batalla la doy por perdida, de vez en cuando echo un reojo y estoy asentado sobre 142/143ppm, lo previsto, no sufro mas que antes pero ya no hay aquella sensación de disfrute y alegria, “bienvenido a la maratón Juanjito, pienso, vete agarrando los machos porque ahora empieza lo bueno”
Sinceramente, hasta que no termina la carrera no vuelvo a mirar los pasos por kilómetro salvo por casualidad o accidente pero soy consciente de que hemos bajado un poco el ritmo, no pasa nada, también estaba hablado, es la parte mas fea de la carrera (mis acompañantes lo verificarán también después) y el coco empieza a hacer de las suyas, empiezo a buscar las sombras e incluso me subo a alguna acera, lo que me cuesta otra bronca más de Duquito, la carretera va picando ligeramente para arriba, muy suave pero constante y el sol empieza a hacer de las suyas, nos vamos alejando de Palma y hasta el kilómetro 30 en el que daremos la vuelta estamos haciendo toda la Playa de Palma y el Arenal pero por segunda línea.
Y aquí llega la primera gran cagada del día, en el km 29 les digo a éstos que me meo, y aunque ahora a toro pasado pienso que quizás hubiese podido aguantar, lo cierto es que tenia unas ganas horribles de pararme, les digo que sigan que ahora les cojo, Moncho dice que no para que sigue muy suave y Duquito se queda conmigo, la operación dura menos de 30” pero el mal ya está hecho, el tiempo perdido es lo de menos, en cuanto arranco seguimos a ritmo normal 4’30” aprox. en aquel momento pero en mi cabecita algo ha cambiado (según Duquito ahí apareció el del mazo realmente y no mas tarde).
Los kilómetros siguientes los salvamos decentemente porque llegamos al 30k que coincide con la media vuelta hacia Palma, veo el reloj en 2h11’, hecho un rápido cálculo mental y además vemos a Moncho delante de nosotros a unos 100 metros, además hay un poco más de público que nos jalea gracias a los aspavientos de Duquito que les anima a ellos, como no ha parado de hacer durante toda la carrera con prácticamente todo aquel que nos aplaudía o animaba, parece que subimos un poco el ritmo pero al cabo de un par de km noto molestias en la parte de arriba de los cuadriceps, nada grave, solo molestias, pero mi coco ya ha encontrado otra excusa para parar, le digo que necesito estirar y él me dice que no me preocupe, aquí es donde me doy cuenta de que los 10km que faltan van a ser un verdadero suplicio.
Desde ese momento y hasta el final la carrera es un auténtico toma y daca entre mi coco, mis piernas y Duquito que no para de animarme, darme de beber, de comer, de refrescarme, ya hace mucho tiempo que ni miro el pulsómetro ni los ritmos ni nada, solo quiero que acabe, vamos haciendo kilómetros en 5’ y yo creyendo que la cosa no puede empeorar, pero lo peor estaba aun por llegar.
En el kilómetro 37 mi coco aún da otra vuelta de tuerca y le digo a Duquito que no puedo seguir, me siento vacío, como me el tío aquel del anuncio del Danacol que se le ve transparente hasta que se toma el bifidus y le vuelve el color , él coge de los hombros primero y me empuja después, vuelvo a arrancar y este va a ser el panorama de estos últimos 5 kilómetros, él utiliza todas sus artimañazas para convencerme pero yo ya he claudicado, aún así adelantamos a un par de corredores que van caminando (entre ellos el tercero del año pasado), lo que me confirma que el calor ha hecho estragos.
Para rematar en cuanto vamos llegando a la catedral donde está situada la llegada se han inventado un revirado que nos aleja de la meta en vez de acercarnos, lo que hace el último kilómetro aún más duro, llegando al final un coche de la organización aparta a Duquito y le retira fuera de las vallas, el me acompaña por fuera pero yo ya no le veo. El paso por el arco no significa una alegría, es mas bien un alivio, me siento vacío de fuerzas y me voy al césped donde están nuestros acompañantes, me tumbo y no me acuerdo ni de parar el reloj, “me cabrea porque no has disfrutado”, me dice Duquito, en aquellos momentos me da todo igual, la marca, el ritmo y todo, me pongo a beber y a comer todo lo que me dan, la sensación que tengo es de desasosiego, nos retiramos a buscar unas sombras y estirar y a retomar el aliento. Veo aMoncho, muy entero y me alegro por él aunque luego me confirmará que también ha pasado un mal rato.
A partir de ese momento la única preocupación se centra en organizar el tema de la comida (en el Bungalow como no, sitio precioso), me doy un buen baño y las piernas se me sueltan, me deberían doler más pero no es el caso. Me siento un poco decepcionado pero mis acompañantes no me dejan que le de demasiadas vueltas a esa idea, las llamadas y mensajes que voy recibiendo durante el dia de un montón de foreros y del mister me hacen sentir mucho mejor y poco a poco voy siendo consciente de lo que acabo de hacer.
El resto del día, siesta y cena incluidas, y el lunes con Moncho y Duquito aún por Palma completan un fin de semana fantástico. Poco a poco voy tomando conciencia de que he terminado mi primera maratón, pero joder, ya estoy encabronado pensando en la siguiente (teníais razón, he caído en sus redes como un pringao-)

Reflexiones:

Me he sentido y me siento maratoniano no porque haya terminado los 42,195; sobretodo me siento maratoniano porque he entrenado y vivido la maratón como tal, porque ha formado parte de mi vida e incluso en algunos momentos ha sido de lo más importante de la misma, por eso me siento maratoniano. Por eso y porque ya tengo ganas de volver a intentarlo.
Y también me siento maratoniano por compartir este espacio con todos vosotros que también la amais y la odiais a la vez. Porque me habéis hecho sentir bien e importante en este hilo, y muy querido a la vez, muchas gracias sin distinción a todos.
De resultados, tácticas y estrategias no voy a hablar, primero porque no me siento preparado y segundo porque ya lo hemos comentado todo en estos días atrás, tan solo diré que salí como salí porque me sentía bien, me sentía fuerte y había entrenado para ello, el mister me dio total y absoluta confianza y me hizo sentir un buen corredor, capaz de hacerlo mejor de lo que lo hice, o mejor de lo que salió, y por eso le doy las gracias, por eso y las horas y pasión que me ha dedicado.
Y muchísimas gracias a Moncho y a Duquito por dignarse a venir a compartir este día tan especial conmigo, sois grandes y para mi ha sido un verdadero honor.

No hay comentarios: